Al cerrar este año 2025, quiero agradecer profundamente el compromiso y la entrega que cada uno de ustedes ha demostrado a lo largo de estos meses. Ha sido un año lleno de desafíos, de situaciones exigentes y de momentos que nos han puesto a prueba como institución y como comunidad. También ha sido un tiempo de aprendizaje, de colaboración y de construcción conjunta.

A pesar de ello, como comunidad nos hemos mantenido firmes, positivos y unidos, sosteniendo nuestras convicciones y actuando con coherencia respecto de lo que creemos y del proyecto que construimos cada día para nuestros estudiantes. Hemos atravesado situaciones complejas, sí, pero también hemos sido testigos de pasos que fortalecen nuestro camino y de momentos en que el profesionalismo y la entrega de nuestros equipos se han hecho especialmente visibles. Cada logro —grande o pequeño— nos recuerda que la mejora continua no solo es un desafío institucional, sino una oportunidad permanente para crecer y proyectarnos con optimismo hacia lo que viene.

Hoy cerramos un año que nos invitó a mirarnos, a revisar nuestras prácticas y a fortalecer aquello que nos define como comunidad educativa. Un año que reafirma nuestro compromiso con una educación integral, que forme estudiantes críticos, autónomos, reflexivos, capaces de tomar decisiones con criterio y responsabilidad. Una educación donde cada niño, niña y joven pueda ser visto de manera singular, respetando sus tiempos, talentos y necesidades, y acompañándolos desde una mirada profundamente humana.

Agradezco con sinceridad a los docentes, asistentes, equipo administrativo, profesionales de apoyo y a cada colaborador del colegio por sostener este proceso con responsabilidad y vocación.

A nuestras familias, gracias por la confianza que día a día nos demuestran, por el diálogo permanente y por caminar junto a nosotros incluso en los momentos más exigentes. Su apoyo es esencial para que cada estudiante avance de manera segura y significativa.

Sigamos adelante con esperanza, convicción y la certeza de que la construcción de una comunidad educativa sólida es un trabajo compartido, continuo y profundamente valioso.

Con afecto y gratitud,

Pamela Aranda
Rectora
Colegio San Francisco de Paine.